viernes, 10 de marzo de 2017

¿APOYAS LA HUELGA DEL 9 DE MARZO?


¿APOYAS LA HUELGA DEL 9 DE MARZO?

El día 9 de marzo, las organizaciones sindicales de alumnos han convocado una huelga general en todos los niveles y sectores educativos. Algunas de las reivindicaciones de la huelga son las siguientes:

·       La derogación de la LOMCE.
·       Aumento del presupuesto educativo.
·       Cobertura inmediata de las bajas y derecho a enfermar.
·       Recuperación de apoyos y desdobles.
·       Aumento de las plantillas y disminución de ratios.
·       Eliminación de los conciertos educativos.
·       Horarios de 18 horas lectivas.
·       Dignificación de la labor docente. Reversión de los recortes.
·       Freno urgente a la privatización del sistema educativo. Prioridad de la oferta pública frente a la concertada.
·       Estabilidad del profesorado interino.
A mi parecer, los estudiantes deberíamos hacer esta huelga puesto que es algo que nos afecta a nosotros y se trata de un tema importante como es nuestra educación.
En mi opinión, es necesario acabar con los recortes y destinar mayor presupuesto a la educación para que sea de mayor calidad. También para que pueda haber un mayor número de profesores, y permitir así crear clases menos masificadas, en las que un profesor pueda dedicar más tiempo a sus alumnos individualmente y se aprenda en un ambiente mejor, para que haya más material didáctico como ordenadores y para que regresen las clases de apoyo.
 Los desdobles y apoyos se deberían recuperar puesto que hay personas que tienen mayores dificultades a la hora de aprender y que necesitan que los profesores focalicen más su atención en ellos para poder sacar el curso adelante. Si estos alumnos se encuentran en clases de 30 alumnos, los profesores no podrán darles esa atención que requieren y mientras el resto de la clase siga avanzando ellos se quedarán en un punto atascados sin poder avanzar al no haber entendido bien los conocimientos anteriores.
Por otro lado, también estoy de acuerdo con frenar la privatización del sistema educativo puesto que la educación es un derecho de las personas y no debería cobrarse aparte de los impuestos. Además, hay que dar más prioridad a la oferta pública ya que es accesible para todas las personas y garantiza la igualdad de oportunidades para todo el mundo independientemente de la posesión económica.
Las coberturas de bajas deben ser rápidas e inmediatas para evitar perder clase y estar largos periodos sin un profesor. De esta forma se podrá continuar sin problemas con el ritmo normal de aprendizaje.
En cuanto a la educación laica tampoco presento ningún tipo de queja. Me parece bien ya que permitiría igualar las posibilidades de acceso a la educación para todo el mundo independientemente de su religión. Me parece que cualquier persona religiosa, tiene derecho a aprender de su propia religión y que por ello no hay que crear colegios que estén centrados en una específicamente.
En último lugar, también estoy de acuerdo con las 18 horas lectivas. Aunque a algunas personas les pueda parecer una jornada laboral normal, aparte de la enseñanza en las aulas, ser profesor conlleva más trabajo detrás, preparar las clases, corregir exámenes y trabajos, preparar las evaluaciones… que requieren horas de trabajo en casa.
Por todo ello, el día 9 de marzo me uniré a la huelga para conseguir una educación de mayor calidad.

¿SOCIALIZACIÓN O REFLEXIÓN PERSONAL?


¿ES SIEMPRE BUENO QUE LOS VALORES MORALES SE CONSIGAN POR SOCIALIZACIÓN?

Pese a que la mayor parte de nuestros valores morales los conseguimos gracias a la socialización, existe otra forma de hacerlos nuestros a través de reflexiones personales. Interiorizarlos por socialización es lo más habitual y frecuente, pero: ¿es siempre bueno conseguirlos de esta manera?

Gracias a la socialización vamos incorporando desde que somos niños distintas normas y valores a través de cuentos, historias o dibujos que nos enseñan lo que está bien y lo que está mal. Esto permite que se aprenda muy rápidamente aquellos valores “básicos” que la sociedad considera correctos sin siquiera cuestionarlos. De esta forma, los niños no podrán decidir si ese valor bueno para su sociedad es negativo o no y establecerá una base o jerarquía de valores aceptada por la misma. Así, los valores más básicos y fundamentales los habrá aprendido sin apenas darse cuenta y sin esfuerzo. Otro aspecto positivo de la socialización es que permite acelerar el proceso de aprendizaje de las personas desde edades tempranas y más adelante, evitar que se cometan ciertos actos que la sociedad podría considerar malos (como por ejemplo robar) o los niños no hablarían con desconocidos evitando determinados problemas.
En resumen, gracias a la socialización aprendemos a respetar normas y, por tanto, respetamos también aquellas que nos inculca nuestra sociedad, adaptándonos a ella de una forma mucho más sencilla y rápida.

Sin embargo, no siempre es bueno que se adopten por este medio, ya que de esta manera todos los valores serían impuestos por la sociedad en la que uno se encuentra y responderían a los intereses de la misma y no a los del individuo. Tampoco hay que olvidar que gracias a nuestros valores y decisiones construimos nuestra personalidad y esta es la que nos define y, por lo tanto, para construirnos como personas es necesario que tomemos nuestras propias decisiones, aunque nos equivoquemos. Por otro lado, también hay videojuegos o cuentos que pueden transmitir valores negativos que niños que no hacen una reflexión sobre ellos puede adoptar sin más.

En mi opinión, también es bueno que, aparte de adoptar valores por socialización, cada persona reflexione sobre si algo le parece bien o mal, aporte argumentos a favor y en contra y tome una decisión que a él le parezca la más acertada. Porque de esta forma, si se equivoca al tomar su veredicto, aprenderá de su error y lo hará mejor la siguiente vez. Otro aspecto importante es que gracias a la reflexión conseguiremos conocernos mejor a nosotros mismos y tendremos un mayor control de las situaciones al plantearnos diferentes posibilidades. Tendremos capacidad para cuestionarnos si estamos o no de acuerdo con un valor y de si este nos beneficia o no en lugar de interiorizarlo sin más. Así evitaremos que en un futuro puedan manipularnos intentando que interioricemos antivalores como el egoísmo, la intransigencia o la intolerancia, que producirían un rechazo por parte de miembros de nuestra comunidad.